miércoles, 19 de octubre de 2011

LECCIONES DE VIDA

Nunca dejamos de aprender, o eso dicen los filósofos que saben que no saben nada. La verdad es que yo soy de esas personas que tropiezo dos veces con la misma piedra, no es porque no aprenda, pero, pienso que si lo intento como la vez anterior, esta vez con la experiencia saldrá bien... y suelo hacerme raspones en las rodillas con el nuevo tropezón.

Se necesita un buen GPS para caminar por la vida
Creo que en la vida tenemos algo innato que nos hace únicos, pero el resto, lo aprendemos de los demás, imitandolos y copiando maneras de ser de aquí y de allá. Gracias a los designios que me ha deparado mi vida, he encontrado en mi camino al gran maestro, he tenido la suerte de cruzarmelo y la gran fortuna de seguir caminando con él (quizás esto último sea porque aprendo despacio).

Siempre me repite que pensar no sirve de nada, porque la solución esta en el medio y tiene más razón que un santo. La mayor parte de las veces, me esfuerzo tanto en planear las cosas, que no dejo nada para disfrutar de la aventura y para colmo la ley de Murphy siempre está al acecho y nada sale según lo planeado, ahí llega cuando me enfado con el mundo y es cuando mi guía y gran amigo, me recuerda que las cosas van surgiendo aunque nosotros nos molestemos en intentar cambiarlas.

Hoy quiero darle las gracias por estos años de aprendizaje, risas y cariño y quiero volverme maestra por unos segundos para decirle que a veces en la vida hay que lanzarse sin mirar y no hay que tener miedo, porque al final, siempre son buenas decisiones, y de eso yo se un rato.

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