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sábado, 26 de mayo de 2012

SIN RETOCAR ESTOY MÁS GUAPA

El otro día escuché que hacen estudios a personas (en esto se gastan la pasta), que confirman que cuando nos miramos a nosotros mismos en una foto sin retocar y en otra retocada mejorando nuestro aspecto, nos reconocemos mejor en la retocada. Esto quiere decir que nos idealizamos, no somos conscientes de nuestra auténtica realidad. 

Esto ocurre porque no nos vemos constantemente y tenemos un concepto de nosotros diferente del real. Nos ocurre lo mismo con nuestras voces. Y si me permitis decirlo con nuestro carácter y nuestro comportamiento. Creemos que somos mejores de lo que en realidad somos, porque según nosotros nunca hemos roto un plato, aunque en la realidad hayamos roto nuestra vajilla y parte de la del vecino.


Y no somos conscientes de que debemos ser responsables de nuestros actos, la sociedad y nosotros mismos, nos convertimos en victimas indefensas y con ello solo conseguimos  no afrontar nuestros problemas y las consecuencias de nuestros actos. Culpamos a los demás y nos hacemos débiles ocultando nuestras responsabilidades en los otros y responsabilizando a los demás de nuestros errores.

Aunque he de reconocer que es mucho más sencillo y más agradable pensar que, como dice mi madre: "Soy la niña más buena y más bonita del mundo"

martes, 20 de diciembre de 2011

EN VERANO QUEREMOS FRIO Y EN INVIERNO CALOR

Nunca nos conformamos con lo que tenemos y encima protestamos para que sea distinto de como es.



Yo, castaña clara de pelo liso, soñaba con un pelo rizado y moreno y me quejaba del poco volumen que tenía siempre. Mi amiga, morena y con un volumen ultrasónico odiaba los enredones y el no poder ni peinarse, además de plancharse el pelo día si, día también.

Pues como os decía, nunca estamos conformes con lo que tenemos y esto puede verse de dos maneras; una, es que no sabemos disfrutar de lo que tenemos y tampoco sacarle el lado bueno a las cosas, que si lo miras bien siempre tiene uno, (aunque a veces esta muy oculto y solo se ve con el tiempo), y la otra, es que así nos libramos del estrés, porque quejarse es una buena manera de echar la culpa a los demás y liberarnos un poco de la carga diaria de la vida.

Aunque no debemos descuidarnos, porque, deshacerse de toda culpa puede ser satisfactorio, pero caemos en la tentación de pensar que todo lo que hacemos esta bien y que los demás son los responsables de lo que nos ocurre, y eso, puede ocasionarnos la sensación de que no somos responsables de nuestas acciones.

Si, si, pensais que es genial, por ejemplo, yo que quería ser morena, me teñí el pelo, como se me notaban mucho las raices, me teñía asiduamente, ocasionandome perdida de tiempo en la peluquería, de dinero y que el pelo se me estropeara de tanto tinte. La culpa es de mi padre, por supuesto, por la herencia genética que me dio.

Gracias a "dios", esto es solo un ejemplo y no fui a la peluqueria a teñirme y aunque hubiera ido, la última decisión (ir a la pelu) hubiera sido mía y nunca responsabilizaria a mi padre de ello, además ya puestos, veo las cosas buenas que tiene mi pelo; se seca facilmente y, sin ayuda del secador se queda liso como una tabla.

Y ahora, queda lo más dificil... cada vez que penseis "la culpa es de ..." o, "no es mi culpa", reflexionad de verdad y pensad, que no hay culpables de nada, solo decisiones tomadas, y que vosotros decidis sobre lo que sucede en vuestra vida, siempre, y aunque pese, con todas las consecuencias que eso conlleva.