Cenar en una casa de un pueblo abandonado no tiene precio, Oscar fue nuestro guía en todo momento del camino, perro cariñoso donde los haya, nos acompaño en esta mini aventura.
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Vistas desde una de las casas semiabandonadas de La Escurquilla. |
Preparamos la cena en esta casa con vistas, porque unos amigos están habitandola en esta época de verano y después de cenar fuimos frente a la iglesia a charlar hasta el anochecer, otros, con la tripa llena, a dormir un ratito.
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Oscar en su siesta después de cenar. |
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Antigua torre de la iglesia |
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Vistas del pueblo |
Q bien y q desconexion es ese lugar verdad??
ResponderEliminarBesitos guapa!
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